lunes, 17 de agosto de 2009

ESCENARIO LABORALES (continuación)

A modo de conclusión

En síntesis, sin pretender cerrar cuestionamientos sino más bien propiciar la reflexión sobre estos temas, rescataremos los puntos más salientes de lo expuesto hasta el momento.

Como ya hemos dicho, en lo que hace al estudio objetivo, de las cargas térmicas, ruido, iluminación, ventilación, etc. del ámbito de trabajo, si bien los índices no resultaron llamativos, existían otros fenómenos que hacían más intensa la carga de trabajo, afectando la salud de los operadores, el buen clima laboral, la calidad del servicio y la productividad.

En cuanto al abordaje subjetivo realizado a los operadores telefónicos, la sobrecarga de trabajo que decían padecer los trabajadores estaba en relación a una serie de factores y no solo a uno. La interrelación de factores fisiológicos (auditivos, visuales, posturales), cognitivos ( resolución de problemas, razonamientos, etc.) sumado al comportamiento emocional, producto de las situaciones de trabajo (déficit de las interfaces, ritmo temporal impuesto por la organización del trabajo, etc.) producían en su conjunto una sobrecarga de trabajo.

A grandes rasgos, podríamos hablar principalmente de dos grupos de indicadores que se ponen en juego en la díada hombre-trabajo. Un primer grupo, donde hallamos factores que pertenecen al contenido del trabajo y a otros fenómenos que hacen al medio en el cual éste se desarrolla, como ser el ruido, la iluminación, etc. ; y un segundo grupo, en el cual se encuentran las respuestas que dan los sujetos en el afrontamiento con los fenómenos de su contexto. Si los factores de carga de trabajo (física, psíquica y mental) se encuentran en equilibrio con las repuestas dadas por los trabajadores, estos podrán desarrollar con éxito su trabajo y no se verán afectados en su salud. Si por el contrario, este equilibrio se rompe y el sujeto ya no puede responder ante los fenómenos provenientes de su medio y de la tarea propiamente dicha, podrán sufrir trastornos en su salud, trasladándose a su vez a la productividad y calidad del trabajo.
Una gestión de recursos humanos interesada en la salud de sus trabajadores, impulsando la cooperación, el espíritu de iniciativa, facilitando el desarrollo de las competencias de los sujetos, permitirá entre otras cosas, una mayor implicación en la organización por parte de aquellos, que impactará positivamente tanto en la productividad como en la calidad del servicio.

Para finalizar, diremos que la importancia de este tipo de estudios, no sólo se centra en la preservación de la salud de los sujetos como trabajadores, sino en la posibilidad de poder percibir los alcances que el deterioro de la salud de aquellos tiene sobre el proceso de trabajo, afectando como ya hemos dicho en la productividad y en la calidad del mismo.